El Arsenal ha perdido la oportunidad de romper una sequía de 6 años sin títulos de la forma más cruel posible. La final de la Carling Cup parecía abocada a la prórroga, cuando el joven Laurent Koscielny comete un tremendo error defensivo que sirve la gloria en bandeja de plata al modesto Birmingham City.
La lapidaria pifia del central francés del Arsenal no quita ningún mérito al portentoso encuentro realizado por los hombres de Alex McLeish, que bregaron los 90 minutos sin descanso y defendieron sus bazas de forma encomiable.
Las ilustres ausencias de Cesc Fábregas y Theo Walcott en el Arsenal daban al Birmingham buenas razones para ser optimista. La baja de Hleb en los 'blues' parecía menos grave. Desde el pitido inicial, en un Wembley abarrotado para la ocasión, el Arsenal se veía sin un timón claro. El Birmingham se mostraba bien plantado en el rectángulo de juego llevando el choque al lado físico.
En el minuto 2, un mano a mano de Boywer con Szczesny en el que el polaco acaba derribándole, pudo suponer penalti y expulsión para el portero del Arsenal. Se pitó fuera de juego, que no era, y el Arsenal se salvó. De lo que no se salvó fue del remate de cabeza de Zigic que peinó el balón ante la salida de Szczesny en el minuto 28.
El Arsenal se vió grogui durante varios minutos hasta que Robin van Persie sacó a relucir su magia y empalmó un zurdazo imparable para Foster. Corría el minuto 39 y de ahí al final del primer tiempo los 'gunners' mostraron su mejor cara del encuentro.
Ocasiones para los dos y regalo finalSe antojaba difícil que el Birmingham aguantara el chaparrón ofensivo de los londinenses en el segundo tiempo. Pero una vez más, los de Wenger no supieron resolver sus oportunidades y su dominio sobre el rival. Los 'blues' esperaban atrás pero avisaban de que seguían vivos con un remate de Fahey al palo. Nasri, Arshavin, Bendtner y Rosicky conducían las ofensivas 'gunner' con peligro pero no encontraban la fórmula para batir a Foster.
Así se llegó al minuto 89 de partido. El portero del Birmingham Foster cuelga un balón al casi hasta el área del Arsenal. Zigic gana de nuevo por alto una acción a la defensa peinando el balón. Se produce una indecisión entre Koscielny y Szczesny, nadie despeja y el nigeriano Martins acepta de buen grado el regalo poner el 2-1. El tiempo restante hasta el final fue de una gran impotencia del Arsenal, que estaba en estado de shock. Cameron Jerome bien pudo incrementar la renta 'blue' con todo el Arsenal volcado.
Final repleta de emoción, incertidumbre y sobre todo, sorpresas con la derrota del Arsenal que extiende su sequía de títulos. El Birmingham gana su segundo título de su historia tras el conseguido en 1963, también de la Copa de la Liga. Nadie era capaz de consolar a los chicos de Wenger tras la debacle, aún no son mayores para ganar títulos.
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