En el último mes, tres de los pilares arbitrales de la FIFA y la UEFA, el español José María García Aranda y los italianos Collina y Rosetti, han firmado contratos con las federaciones de Rusia y Ucrania para ejercer como asesores o designadores arbitrales por salarios que multiplican por diez sus anteriores emolumentos.
García Aranda, que fue el jefe técnico de los árbitros de FIFA, parcela que dirige Villar, firmó un contrato con la Federación de Rusia para formar a los árbitros de ese país de cara al Mundial de 2018, que se celebrará allí. El español, de 55 años y nombrado consejero de Fursenko, presidente de la federación rusa, pitó en la final del Mundial de Francia 98 y en la final de la Eurocopa 2000. García Aranda se ha comprometido por tres años.
Pierluigi Collina, que hacía en la UEFA lo que García Aranda en la FIFA, también ha firmado un contrato millonario para asesorar a los árbitros de Ucrania.
El último en apuntarse al oro de Moscú ha sido Rosetti, que era designador en Italia y pasará a ocupar el mismo cargo al frente de los 22 árbitros de la Premier rusa. Pasa de ganar 150.000 euros en su país a los dos millones de euros por tres años que le pagará Rusia.
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